Cáncer gástrico

Información

¿Qué es el cáncer gástrico?

El cáncer de estómago o gástrico es un tipo de cáncer en el que se forman células malignas en el revestimiento del estómago. Suele desarrollarse muy lentamente durante varios años; muchas veces ocurren lesiones precancerosas en la pared interna del estómago. Existen además diferentes tipos de cáncer gástrico. El más común, denominado adenocarcinoma, es el que comienza en las células que se encuentran en el revestimiento interno del estómago.

Las diferentes ubicaciones que tienen los tumores en el estómago pueden determinar a su vez síntomas y consecuencias diversos, y su tratamiento también puede variar. Por ejemplo, los cánceres que se originan en la unión entre el estómago y el esófago (o que crecen hacia la misma) se tratan de la misma forma que el cáncer de esófago.

El cáncer de estómago se diagnostica con frecuencia en un estadio avanzado porque no presenta signos o síntomas tempranos.

¿Cuáles son los factores de riesgo del cáncer de estómago?

Un factor de riesgo es alguna circunstancia que incrementa las probabilidades de tener una enfermedad. Algunos factores de riesgo, como el fumar, pueden depender de la voluntad de la persona o controlarse y otros no, como la edad. Sin embargo, presentar uno o algunos factores de riesgo no implica que la persona contraerá la enfermedad y por el contrario, muchos contraen una enfermedad aunque no tengan factores de riesgo.
En general los siguientes factores indican mayor propensión a padecer este tipo de cáncer:

  • SEXO: el cáncer de estómago es más frecuente en los hombres.
  • EDAD: la incidencia de cáncer de estómago aumenta en los mayores de 50 años, y sobre todo entre los 60 y 89 años de edad.
  • INFECCIÓN CON HELICOBACTER PYLORI: las infecciones con esta bacteria parece ser la causa principal de cáncer gástrico, especialmente en la parte inferior del estómago. La infección prolongada del estómago con este germen puede conducir a inflamación (gastritis atrófica crónica) y provocar cambios precancerosos en el revestimiento interno del estómago. La infección con H pylori se asocia también con algunos tipos de linfoma de estómago.
  • LINFOMA DEL ESTÓMAGO: las personas que han padecido cierto tipo de linfoma de estómago conocido como linfoma de tejido linfático asociado con la mucosa tienen un riesgo aumentado de padecer adenocarcinoma del estómago.
  • ALIMENTACIÓN: las personas que tienen una alimentación con grandes cantidades de alimentos ahumados, pescado y carne salada, y vegetales conservados en vinagre tienen un riesgo mayor de padecer este tipo de cáncer. Por otra parte, consumir muchas frutas, verduras y vegetales frescos parece reducir el riesgo de cáncer de estómago.
  • EL CONSUMO DE TABACO: el hábito de fumar aumenta el riesgo de cáncer de estómago, en especial de la parte superior cercana al esófago.
  • SOBREPESO U OBESIDAD: el sobrepeso o la obesidad es una posible causa de cáncer en la parte superior del estómago.
  • CIRUGÍA DEL ESTÓMAGO: las personas a las que se les ha extraído parte del estómago para tratar enfermedades no cancerosas como las úlceras son más propensas a padecer cáncer gástrico.
  • ANEMIA PERNICIOSA: este tipo de anemia ocurre por una deficiencia en la absorción de la vitamina B12 de los alimentos, lo que a su vez afecta la capacidad del organismo de producir glóbulos rojos. Esta enfermedad también incrementa el riesgo de padecer cáncer gástrico.
  • GASTRITIS CRÓNICA: consiste en la inflamación de la mucosa gástrica y puede ser también un factor predisponente de cáncer gástrico.
  • ALGUNOS TIPOS DE PÓLIPOS EN EL ESTÓMAGO: en general los pólipos (crecimientos no cancerosos en el revestimiento del estómago) no aumentan el riesgo de padecer cáncer de estómago, salvo los pólipos denominados adenomatosos o adenomas, los que se pueden convertir en cáncer.
  • LOS CÁNCERES HEREDITARIOS: tienen mayores probabilidades de desarrollar cáncer de estómago las personas con familiares de primer grado (padres, hermanos e hijos) que lo hayan padecido.

Prevención

La prevención consiste en tomar medidas para evitar o reducir la probabilidad de enfermar de cáncer. De este modo al disminuir el número de nuevos casos baja también la mortalidad por cáncer.
En el caso del cáncer de estómago no podemos prevenir en sentido absoluto pero sí evitar los factores de riesgo que pueden controlarse y tomar medidas de protección, o sea aquellas que tienden a reducir el riesgo.

En general se recomienda:

  • No fumar
  • Tener una alimentación saludable, rica en frutas y verduras y limitar el consumo de carnes procesadas y saladas.
  • Realizar actividad física regular
  • Combatir la obesidad o el sobrepeso
  • Tratar la enfermedad por reflujo (acidez gástrica), si se presenta
  • Realizar controles médicos periódicos
  • Consultar al médico ante la aparición de alguno de los síntomas y seguir sus indicaciones en caso de que se detecten lesiones precancerosas.

Síntomas del cáncer gástrico

Las primeras etapas del cáncer gástrico suele no tener síntomas o tener pocos síntomas, sin embargo, es importante estar atento a los siguientes signos que pueden presentarse:

  • Indigestión o malestar estomacal.
  • Sensación de hinchazón después de comer.
  • Náuseas suaves.
  • Pérdida del apetito.
  • Acidez estomacal.
  • Sensación de cansancio.

En los estadios más avanzados del cáncer de estómago se pueden presentar los siguientes signos y síntomas:

  • Sangre en las heces o heces de color negro.
  • Vómitos.
  • Pérdida de peso sin razón conocida.
  • Dolor de estómago, especialmente después de las comidas.
  • Ictericia (color amarillento de los ojos y la piel).
  • Ascitis (acumulación de líquidos en el abdomen).
  • Problema para tragar.

Consulte con su médico si tiene cualquiera de estos problemas.

¿Cómo se diagnostica el cáncer de estómago?

Para detectar y diagnosticar el cáncer de estómago, se utilizan una serie de pruebas que examinan el estómago y el esófago:

  • EXAMEN FÍSICO Y ANTECEDENTES: el examen del cuerpo que realiza el médico está destinado a verificar si existen signos generales de salud o signos de enfermedad, como bultos o cualquier otra condición que considere inusual o indicio de algún problema. También se tienen en cuenta los los hábitos de salud del paciente, así como los antecedentes médicos de sus enfermedades y tratamientos anteriores, y de sus parientes directos.
  • ANÁLISIS BIOQUÍMICO DE LA SANGRE: este procedimiento mide las cantidades de ciertas sustancias liberadas a la misma por los órganos y tejidos. Una cantidad anormal (más alta o baja de lo normal) de una sustancia puede ser un signo de enfermedad. Además se realizará el recuento sanguíneo completo, que medirá la cantidad de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas, la hemoglobina en los glóbulos rojos para detectar anemia, entre otros indicadores.
  • ENDOSCOPIA SUPERIOR: este procedimiento es el principal estudio para detectar el cáncer gástrico, y se utiliza para observar el interior del esófago, el estómago y el duodeno (primera parte del intestino delgado) con el fin de verificar si hay zonas anormales. El médico introduce un endoscopio en el esófago a través de la boca y la garganta. El endoscopio es un tubo delgado y flexible con una luz y una pequeña cámara de video en su extremo.
    Si observa áreas anormales, puede tomar biopsias (muestras de tejido) utilizando instrumentos que se introducen a través del endoscopio. Las muestras de tejido se envían a un laboratorio, donde se examinan con un microscopio para determinar si hay cáncer.
    Este estudio se realiza previa administración de un medicamento para sedar. Si se emplea anestesia, el paciente deberá estar acompañado para el regreso a su casa. Lamentablemente, en el síndrome de cáncer gástrico difuso hereditario muchas veces el cáncer no puede observarse durante una endoscopia.
  • ECOGRAFÍA ENDOSCÓPICA: en la ecografía las imágenes de los órganos son producidas colocando en la piel una sonda llamada transductor que emite ondas sonoras y detecta los ecos a medida que rebotan de los órganos internos. Una computadora procesa el patrón de ecos para crear una imagen en la pantalla.
    En la ecografía endoscópica, se coloca un transductor pequeño en la punta de un endoscopio, por lo que se ubica directamente en la pared del estómago, lo que permite al médico observar las capas de la pared estomacal, así como los ganglios linfáticos cercanos y otras estructuras fuera del estómago. La calidad de la imagen es mejor en comparación con la ecografía convencional debido a la distancia reducida con relación al sitio de observación. Este procedimiento es más útil para ver cuánto se pudo ha propagado el cáncer hacia la pared del estómago, los tejidos circundantes y a los ganglios linfáticos cercanos. También puede ser usado para ayudar a guiar la aguja en un área sospechosa para obtener una muestra de tejido (biopsia con aguja guiada por ecografía endoscópica).
  • BIOPSIA: es la única manera de determinar con certeza si existe cáncer cuando se observa un área que luce anormal en una endoscopia o en un estudio por imágenes.
    Este procedimiento se realiza habitualmente durante la endoscopía superior: el médico extrae una muestra del área anormal introduciendo los instrumentos necesarios a través del endoscopio.
  • ULTRASONIDO ENDOSCÓPICO: mediante la utilización del ultrasonido el médico puede obtener una imagen más detallada del interior de la pared del estómago, y facilita la determinación de la extensión del cáncer incluso sobre los ganglios linfáticos, tejidos y órganos adyacentes.
  • EXPLORACIÓN POR TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA: este examen permite producir una imagen tridimensional del interior del cuerpo utilizando rayos X desde diferentes ángulos. Posteriormente, mediante una computadora se obtiene una combinación de estas imágenes en forma de cortes transversales que permiten observar y medir los tumores. Algunas veces se administra por vía oral o por vena una solución llamada contraste antes de la exploración, lo que permite obtener mejores detalles en la imagen.
  • RESONANCIA MAGNÉTICA: es otro método para producir imágenes del organismo, pero que utiliza campos magnéticos en lugar de rayos X. También en este caso suele utilizarse una solución de contraste inyectable por vena para lograr una imagen más nítida del área que debe explorarse.
  • TOMOGRAFÍA POR EMISIÓN DE POSITRONES (PET): este estudio, llamado PET por sus siglas en inglés, es otro método para tomar imágenes de los órganos y tejidos. Se inyecta por vía intravenosa al paciente una pequeña cantidad de una sustancia radiactiva, lo que permite detectar la aparición temprana de un tumor, antes de que sea visible con otras pruebas por imagen. Los componentes de esta sustancia, denominados “radiofármacos” tienen una vida media de corta duración.
    El PET-TC es la fusión del PET con una tomografía computada (TC) de alta tecnología, combinando la información estructural de la lesión que aporta la TC, con la información metabólica o fisiológica que proporciona el PET en un solo procedimiento. Estos estudios son muy útiles en oncología para determinar la extensión del cáncer y para evaluar la respuesta al tratamiento en los casos que su médico considere necesario.
  • LAPAROSCOPIA: es una cirugía menor en la cual el médico cirujano inserta en la cavidad abdominal un instrumento denominado laparoscopio, para evaluar la extensión del cáncer de estómago a los tejidos de dicha cavidad o al hígado, lo que no puede observarse con una CT o PET.

Tratamiento

Para la selección del tratamiento, el médico debe tener en cuenta diferentes factores:

  • la edad, el estado de salud general del paciente, su situación nutricional y la existencia de otras patologías importantes.
  • las características del tumor: zona del estómago donde está localizado, estadio de la enfermedad y el tipo de tumor, así como la posible eficacia del tratamiento.

El tratamiento requiere un abordaje multidisciplinario en el que participen profesionales de diferentes especialidades.

Las tres terapias fundamentales son la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia. En general, la primera opción es extirpar el tumor primario mediante la cirugía. Dependiendo de la extensión del tumor, el especialista administrará quimioterapia complementaria con o sin radioterapia.
En los casos en que existe metástasis, el tratamiento de elección es la quimioterapia. Dependiendo del paciente el oncólogo también incluirá el tratamiento con radioterapia y/o cirugía.

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Cuadernillo de prevención, diagnóstico y tratamiento.

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